8 de diciembre de 2009

Artes en letras

Siempre creí que el mundo terminaba justo ahí donde acaba tu sonrisa, que no había más profundo mar que el profundo de tus ojos, que el viento no sopla con otro motivo que no sea el de revolver tus cabellos, que si me sentía caer siempre pude sujetarme de tus labios, que al más grande enemigo tú más grande abrazo para que no me hiciera daño, siempre soñé que en el oscuro de tus pensamientos siempre nacía la claridad.

¿Pero qué podemos hacer? si es que la realidad siempre decide develarse fría y llana para mostrarnos que la tierra no es plana, que el sol no es eterno y que tu cariño no es lo que me mantiene con vida.

Puedo respirar lejos de tu aliento y caminar sin seguir tus huellas, puedo mirar al cielo directo y no verlo desde tus ojos, puedo volar tan alto como mis sueños me lleven y no colgado de tus alas, puedo al fin escuchar palabras sabías en bocas ajenas, y saberme completo.
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